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Una de las preguntas que más dudas genera en relación con la franquicia es qué es una franquicia internacional y los pasos necesarios para montar una. A continuación se presenta un resumen sobre esta cuestión.
Una franquicia internacional es una empresa que se constituye en franquicia para dar el gran salto: el salto al exterior. Una marca podría operar de forma independiente a nivel local y, sin embargo, utilizar esta fórmula para expandirse a otros países. O bien, ser franquicia tanto en el mercado que la vio nacer, como internacionalmente.
En cualquier caso, lo primero que debería plantearse cuando una marca decide salir al exterior es qué va a exportar, ya que no es lo mismo tener entre manos un negocio que se base en un producto, que otro que se asiente sobre la comercialización de un servicio. La operativa siempre se complicará más cuando haya un producto de por medio. Lo que sí es imprescindible en toda franquicia internacional (o no), o por lo menos así se considera en los modelos más europeístas y concretamente en España, es que debe existir un modelo operativo completo bajo una identificación común. Es decir, para que exista una franquicia internacional, no sirve únicamente con que se exporte un producto o servicio y se comercialice bajo un rótulo común, sino que es preciso que exista una operativa común y también una serie de elementos relacionales entre la central de franquicia y las unidades franquiciadas y que son, precisamente, lo que distingue a un negocio que funciona como franquicia, de otro que opera de forma independiente.
Por otra parte, a la hora de atracar en otro país, lo más habitual es hacerlo a través de una máster franquicia, o bien, mediante uno o varios área developer, dos figuras que se distinguen entre sí, fundamentalmente, en que el primero podrá subfranquiciar y dispondrá de un territorio mucho más amplio para vender la marca. De hecho, hará las veces de franquiciador en el país de destino y deberá contar con los conocimientos a nivel estratégico, operativo y procedimental que tiene el franquiciador. ¿Su objetivo? Crear una red de franquicias en ese país.
Indudablemente, también se podría conquistar un país, abriendo filiales, a través de una jointventure o poniendo en marcha solo unidades propias. Sin embargo, si hablamos de sistemas de cesión, tiene que entrar en juego la figura del franquiciado. En este sentido, además de firmar una máster o uno o varios máster regionales, también se podría utilizar la vía de las franquicias individuales, es decir, abrir franquicias directas. Sin embargo, esta fórmula no parece la más adecuada, sobre todo cuando estamos hablando de lanzar nuestro negocio a países lejanos, tanto a nivel físico como cultural. Y es que, cuanto más lejos se halle el país de destino y más distinto sea cultural e idiomáticamente hablando, más compleja será la gestión dentro del mismo.
Un aspecto muy a tener en cuenta es qué mercados se abordarán y cuándo. Para decidir dónde acudir primeramente, lo que hay que tener en cuenta son aspectos de tipo estratégico y ver qué tipo de expansión se va a llevar a cabo. Mi franquicia internacional, ¿estará regida por algún tipo de criterio o plan, o directamente abriré donde surjan interesados en invertir en la marca?.
Generalmente, se suele llevar a cabo un crecimiento estratégico-anárquico, es decir, la marca se traza una planificación y establece qué países conquistar en primer lugar, pero si surge un potencial franquiciado, con un buen perfil, en un país viable para la marca, no se descarta.
Por último, es muy importante elegir bien el momento ya que si se intenta crear una franquicia internacional sin tener las operaciones nacionales consolidadas, muy probablemente, se fallará en el intento, ya que el esfuerzo tanto económico como de gestión y efectivos que requiere una expansión internacional, hará tambalear todo el edificio; incluso lo construido a nivel local se puede malograr, si no se cuenta con los recursos necesarios para la aventura internacional.
Por lo tanto, una franquicia internacional es una fórmula para salir al exterior donde hay que estudiar muy bien el qué, cómo, dónde y cuándo se deben abordar otros mercados, antes de realizar cualquier movimiento.