¿Qué es una franquicia y cuál fue su origen?

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Publicado el 23.07.2019

Gracias a esta fórmula de comercio asociado, el franquiciador, principal artífice e impulsor del negocio, ve crecer su marca y expandirse por su mercado local o a nivel internacional, sin necesidad de realizar grandes inversiones, contando para ello con la colaboración de los asociados o franquiciados. Estos, como dueños de sus propias unidades, realizarán la inversión principal para la puesta en marcha de sus negocios y se ocuparán de su correcto desarrollo y gestión.

Por su parte, para el franquiciado representa la oportunidad de poner en marcha su propio negocio, con un claro aminoramiento del riesgo de fracaso, gracias a todo el bagaje y conocimiento que atesora el franquiciador y que redundará en beneficio de cada uno de los emprendedores e inversores que se unan a la red.

Una fórmula con historia

Si bien el término franquicia ya es utilizado en el siglo XI para eximir a determinadas personas del pago de impuestos y la concesión de determinados derechos, no es hasta el siglo XIX cuando se comenzó a utilizar como una fórmula comercial para hacer frente al aumento de demanda de cerveza debido al crecimiento y desarrollo de las ciudades.

En los orígenes de esta fórmula de colaboración empresarial, se debe citar a la empresa de máquinas de coser “Singer”, que en 1850 inició acuerdos de colaboración similares a la franquicia para la venta de sus máquinas.

Su inicio, sin embargo, se puede fijar en Estados Unidos tras la crisis del 29, como reacción a las leyes “antitrust” que prohibían a las fábricas de automóviles tener a sus propios vendedores. Así, “General Motors” se asoció con revendedores que distribuyeran sus productos, creando el primer modelo de colaboración en franquicia.

A nivel europeo, la franquicia se introduce desde Francia con el fabricante de lanas “Pingouin”, asociando a un número de comerciantes independientes a los cuales, mediante un contrato, se les garantizaban la exclusividad de la marca en un área geográfica concreta.

A partir de esa década se acelera el proceso de introducción de la franquicia por el aumento de las cadenas americanas y francesas, un mayor conocimiento del sistema por parte del empresario español y el amplio desarrollo en alimentación y nuevos sectores como el equipamiento personal.

Durante los últimos años estamos asistiendo a un gran auge de la franquicia en nuestro país, con porcentajes de crecimiento anual muy por encima de la media alcanzada durante los años precedentes. España se ha situado al mismo nivel que otros mercados de nuestro entorno, superando a algunos de ellos y con amplias perspectivas de crecimiento en el futuro.

Autor: Barbadillo y Asociados

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