Cómo deben ser los emprendedores de franquicias

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Publicado el 11.10.2019

Craso error si tenemos en cuenta una serie de particularidades del sistema de franquicia mencionadas en anteriores ocasiones. Estas particularidades hacen que no todo el mundo sirva para ser franquiciado de una marca. De hecho no son pocos los naufragios que se producen en el ámbito de la franquicia, como consecuencia de una selección errónea de los emprendedores de franquicias.

Emprendedores y franquicia

Esta dicotomía suele resultar un tándem ganador. Esto se debe a lo que se aportan el uno al otro y por esa complementariedad que existe entre emprendedores y franquicias. De esta forma,  la relación y sobre todo el perfil del franquiciado debe ser motivo de estudio por parte de la central. Además, también el propio emprendedor deberá ser objeto de un autoanálisis.

Aquellas personas que opten por una franquicia para emprender deben tener en cuenta varios aspectos. Una de las cuestiones más importantes será el de discernir y concretar es si su perfil es el adecuado. Se trata de examinar si la propia persona es apta para gestionar un punto de venta que funciona bajo el régimen de franquicia. Además, debe tener claro cuál será su papel y posición dentro de la marca. De la misma manera, es fundamental comprender que, si bien será gestor de su propio negocio, no tendrá la libertad absoluta de hacer con él lo que desee y en el momento que desee.

¿A qué nos estamos refiriendo? Sencillamente a que si alguien tiene una mente creadora, inquieta e innovadora, entonces, muy seguramente, será un buen emprendedor pero no un buen franquiciado, ya que no será capaz de atender a las directrices de su central de franquicia, ni acatar las normas que ésta imponga con respecto a los procedimientos propios de la cadena.

Perfil del franquiciado

La figura del franquiciado debería estar a medio camino entre esa mente tremendamente despierta, y la contraria, es decir, aquella más tendente a hacer lo que le indiquen sin replantearse ninguna cuestión, ni sumar nada por su parte a la acción.

En este sentido, el franquiciado perfecto será aquél capaz de solucionar la casuística del día a día, recurriendo a su central siempre que lo necesitara, pero sin vivir a remolque de la misma continuamente, consultando cada una de las decisiones del día a día.

En definitiva, tiene que tener madera de empresario, pero también deberá saber adaptarse a las directrices que le dicte su franquiciador y no por una cuestión de imposición, sino porque serán los artífices del negocio, es decir, los que han situado el mismo al nivel actual, los que mejor puedan asesorarles en su gestión.

Cómo deben ser los emprendedores de franquicias

Por otra parte, no olvidemos que el concepto y la marca continuarán perteneciendo al franquiciador y, en línea con esa premisa, cualquier acción o decisión que pudiera afectar a las mismas, deberá ser aprobada por la Central de Franquicia.

Una vez que los emprendedores de franquicias hayan comprobado que la idea de poner en marcha una franquicia está en sintonía tanto con su perfil de franquiciado, como con sus expectativas a futuro y rentabilidad esperada, entonces, debe plantearse cuál es su capacidad económica y, en función de la misma elegir sector y enseña.

El perfil del franquiciado deberá ser mirado con lupa, sin tener la pretensión de que cualquiera que se interese por la marca, pueda poner en marcha un punto de venta de la misma. De hecho, más bien sucederá al revés ya que es realmente complicado encontrar un buen perfil, con la capacidad económica adecuada y con los conocimientos necesarios (en caso de precisar tener ciertos conocimientos técnicos) y que, además, sintamos que la relación personal con él pudiera funcionar. Es un engranaje perfecto que hay que buscar y al que hay que aspirar, pero que no es sencillo hallar.

 

 

 

 

Autor: Barbadillo y Asociados

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