Digitalizar o morir: el desafío de la hostelería para 2023

Se acerca el mes de diciembre y con este llega una época clave en el mundo de la hostelería. Restaurantes y bares se preparan para hacer frente a un incremento del volumen de trabajo, especialmente este año en el que la hostelería afronta sus primeras celebraciones de fiestas post-covid sin restricciones. Esta gran cantidad de trabajo se remediará con nuevas contrataciones, pero también con la incorporación de la tecnología como herramienta clave para incrementar la eficiencia del personal y automatizar todas las tareas. En este sentido, existen grandes avances en el sector de la hostelería, como por ejemplo el uso de robots o la gestión digitalizada en negocios de hostelería. Según Guillermo González-Outón, CEO y cofundador del software multiplataforma Pikotea, “las fiestas navideñas son un momento idóneo para considerar la digitalización de los negocios a todos sus niveles: hacerlo puede suponer un incremento de la eficiencia del personal de hasta un 32%”. 

En un contexto en el que los perfiles profesionales más demandados del sector según un Informe elaborado por Randstad son algunos como dependientes o camareros, apostar por la digitalización es vital para contribuir a la perfección y la facilidad del trabajo diario. Optar por incluir un software supone un gran número de ventajas como “un sistema más rápido a la hora de pedir y pagar o una mayor rotación de mesas”, según afirma González-Outón. 

Más allá del volumen de trabajo, con el fin de las restricciones sanitarias la hostelería también se enfrenta a muchos otros retos y estas fechas serán una prueba de fuego para todos aquellos negocios que deseen empezar a asumir responsabilidades y objetivos como la sostenibilidad en sus cocinas y locales, la profesionalización de sus trabajadores o la modernización del sector. 

2023 y los desafíos de la hostelería: 

• Más sostenibilidad: después de que saliera a la luz la normativa nacional que interpondrá impuestos a los envases de plástico de un solo uso a partir de enero de 2023, “la hostelería empezó a hacer una transición hacia la compra de materiales reutilizables o biodegradables, algo que mucha gente ya demandaba”, tal y como afirma el CEO y cofundador de Pikotea. Sin embargo, la restauración debe hacer frente a muchos otros retos en materia de sostenibilidad, como por ejemplo, la reducción del desperdicio alimentario, algo que reclaman el 42% de los consumidores nacionales, según un estudio realizado por NPD. Tal y como afirma Guillermo González-Outón de Pikotea, “apostar por un software multiplataforma como Pikotea es una gran contribución a la sostenibilidad, ya que se reduce por completo el uso innecesario de papel o la gestión del stock de los alimentos, fruto de la digitalización de los procesos, entre otras ventajas”.

• Apuesta por la tecnología: según aclara Pikotea, “una de las inversiones prioritarias para muchos restaurantes y bares que buscan modernizar su negocio y mejorar su gestión será la tecnología”. En este sentido, la restauración empezará a poner en valor el gran número de ventajas que aporta la digitalización con tal de conseguir una mayor eficiencia en el trabajo, más rapidez a la hora de servir y gestionar pedidos y por ende, más posibilidades de atender a más clientes.   

• Encarecimiento de menús, pero más trabajo: la inflación y la subida de precios de la energía implicará que los negocios busquen otras fuentes de ingresos para compensar gastos. En este sentido, es probable que muchos se vean obligados a subir el precio de los menús. Sin embargo y con una mirada más positiva, las buenas tendencias del sector implicarán un aumento generalizado del volumen de trabajo, que se traducirá en una mayor apuesta por la digitalización con tal de hacer frente a las tareas a realizar de la forma más eficiente posible. 

En definitiva, se avecina una campaña intensa para muchos hosteleros pero que marcará un antes y un después en la forma en la que se viene concibiendo la hostelería desde hace tiempo, ya no solo fruto de la eliminación de las restricciones, sino también de la incorporación de muchas novedades que revolucionarán la tradición de “comer fuera”.