ALDI abre en San José de la Rinconada y supera los 400 trabajadores en la provincia de Sevilla
● Se trata del primer ALDI del municipio, ubicado en el km 3 de la Carretera de Sevil...
La presencia de mujeres en el sector de las franquicias en España ha experimentado un incremento notable en los últimos años. Las mujeres están desempeñando roles fundamentales, tanto como franquiciadas como franquiciadoras. La tendencia indica que las mujeres se encuentran cada vez más empoderadas y visibles en el ámbito de las franquicias, lo cual contribuye significativamente al crecimiento y la innovación del sector.
En el Día Internacional de la Mujer Emprendedora queremos dar voz a cuatro mujeres que lideran proyectos de franquicia.
¿Qué te motivó e inspiró para emprender?
Iniciar un negocio es un emocionante viaje lleno de desafíos y oportunidades. En mi caso, la experiencia vivida como directora de residencias y Centros de día, con la cercanía con las personas mayores que ello conlleva, me abrió los ojos a una realidad: “los mayores quieren estar en su casa”. Esta necesidad de nuestros mayores me marcó tanto que quise hacer de ella mi forma de vida. Y así surgió INIMA Rehabilitación como una vía para favorecer que los mayores y las personas con dependencia que necesitan algún tipo de terapia para mejorar su calidad de vida puedan tenerla sin salir de su domicilio. INIMA ayuda no solamente a los pacientes, sino también a sus familias para conocer las ayudas que tienen, cómo mejorar en el domicilio las barreras que puedan tener de sus seres queridos.
¿Qué pasos tuviste que dar al principio para poner tu proyecto en marcha?
Creo que, como en cualquier proyecto, lo fundamental es definir metas concretas. Antes de comenzar, establecí unos objetivos claros, preguntándome: ¿Qué quiero lograr al final con este proyecto? ¿Puede ser mi medio de vida? ¿Es compatible con mi vida familiar? ¿Existe alguna oferta similar en el mercado? Con las respuestas en mi mano, tenía claro que debía nacer INIMA Rehabilitación.
¿Cuál ha sido la manera más efectiva para dar a conocer tu negocio y atraer nuevos clientes?
En el caso de INIMA los prescriptores han sido y son una de las fuentes imprescindibles para dar a conocer los servicios que ofrecemos al cliente final, bien sea el paciente o su familia. Personalizamos las visitas a nuestros prescriptores adaptando el mensaje a las necesidades específicas del área en la que trabajan. Esta personalización la hacemos también con el paciente/familiar para que conozca en qué puede INIMA mejorar su calidad de vida.
¿A qué retos te has enfrentado en tu trayectoria como emprendedora y cómo los has superado?
Al principio necesitaba creer en mí misma y lo logré gracias a mi mentalidad positiva y en establecer metas ambiciosas pero realistas. Comprender los servicios que ofrece INIMA, el mercado al que pertenece, investigar y estudiar estando al día sobre las tendencias y cambios en mi sector, me ha permitido tomar decisiones más informadas.
¿Qué consejo le darías a otras mujeres emprendedoras?
Creo que lo más importante es ser fiel a ti misma, ser auténtica sin mostrar miedo de quién eres realmente. Confiar en ti, en tu proyecto y tus habilidades, así como saber adaptarse al cambio.
¿En qué consiste tu proyecto?
Cuando comenzamos Ideas Peregrinas, lo hicimos con una visión clara: crear un espacio innovador e integral centrado en el Camino de Santiago. Un lugar que combinara la hospitalidad, creatividad y los valores del camino prestando mucho interés a los detalles.
Hoy, esa idea se ha materializado en un albergue, una tienda técnica y un café tanto para peregrinos como para los que tienen la idea peregrina de entrar en un lugar centrado en el camino. Por eso, somos un lugar de encuentro donde compartir historias, momentos y aprendizajes.
¿Dónde encontraste la inspiración para desarrollarlo, cómo surgió la idea?
Nosotras venimos del sector financiero y la consultoría turística, pero tenemos alma peregrina. Veníamos de dos campos muy diversos con más de 15 años de experiencia, de hecho creábamos conceptos para otros, así que Ideas Peregrinas se concibió como muchas otras cosas de nuestras cabezas creativas, las ganas de emprender juntas, liderar un proyecto propio, la pasión por el camino y un momento vital de “o ahora o nunca”, por eso la inercia y la motivación fueron nuestros motores.
¿Qué pasos tuviste que dar al principio para poner tu proyecto en marcha?
Sin duda, el paso más importante fue pasar del papel a la realidad. Una de nosotras estaba trabajando en un proyecto en Huesca cuando la otra la llamó diciendo, “hay un local …” y cuando materializas la idea ya no hay “paso atrás”. Desde entonces, todo es emoción y hacia adelante.
Comenzamos con la reforma, con nuestros niños siguiéndonos a todas partes para escoger material, definimos cada uno de nuestros servicios y como no teníamos experiencia en hostelería nos reuníamos en la cocina de la otra con el equipo aprendiendo nuestras recetas, coordinamos la creación del diseño y un día abrimos! Desde ese día no dejamos de dar pasos y vamos redefiniendo aspectos porque Ideas Peregrinas siempre se está moviendo.
¿Qué consejo le darías a otras mujeres emprendedoras?
Que confíen en ellas mismas, que respeten sus ideas y que adelante. Para nosotras hay un pensamiento que es básico, para atrás ni para tomar impulso y cuando tienes muchas ganas de crear algo propio sigue ese instinto porque quedarse en el limbo con la indecisión de “y si” es mucho peor que probar.
¿Cómo crees que tu proyecto afecta al tejido o la economía de tu comunidad? ¿y qué valor añadido aporta?
Sin duda! En Ideas Peregrinas no solo promovemos el empleo local, sino que al atraer a peregrinos y viajeros ponemos nuestro granito de arena en la dinamización de nuestro destino turístico promoviendo la interacción cultural. Además, apoyamos a proveedores y productores de la zona, fortaleciendo la red economía local. Nuestro valor añadido radica en ofrecer un espacio auténtico que combina hospitalidad y comunidad, donde cada persona se siente parte de una experiencia enriquecedora que trasciende lo comercial, contribuyendo a un entorno más colaborativo y humano.
¿En qué consiste tu proyecto? ¿Dónde encontraste la inspiración para desarrollarlo, cómo surgió la idea?
En 2018, junto con mis padres Mar y Stefano y mi hermano Carlo, fundamos una pequeña y acogedora heladería en el barrio de Chamartín, ubicada en la calle Joaquín Bau, 1. Inspirados por nuestra pasión por la gastronomía, especialmente por los helados, y con el propósito de ofrecer a los madrileños el sabor auténtico y la textura inconfundible de los verdaderos Gelati Artigianali, nació BIBÌ e BIBÒ.
En nuestra familia siempre nos han animado a seguir nuestras pasiones y explorar caminos alternativos sin temor. Tras finalizar mi máster de diseño en el Politécnico de Milán, asumí el liderazgo de este proyecto familiar para ejecutar un ambicioso plan de expansión con horizonte 2029. Este emprendimiento no solo me ha permitido crecer profesionalmente de forma versátil y acelerada, sino también crear empleo y construir un equipo sólido.
¿Qué pasos tuviste que dar al principio para poner tu proyecto en marcha?
Antes de abrir las puertas, realizamos un exhaustivo estudio de mercado para entender las preferencias locales y diferenciar nuestra oferta. Viajamos a Italia para aprender de los mejores maestros heladeros y desarrollamos cuidadosamente nuestras recetas, probando y ajustando hasta lograr la textura y el sabor perfectos. Este proceso nos permitió identificar a proveedores clave y establecer relaciones que garantizaran la excelencia desde el principio.
La financiación inicial fue un esfuerzo familiar, complementado con mucho trabajo práctico: diseñamos el local, gestionamos licencias y creamos una marca que reflejara nuestra identidad. Abrir la primera tienda fue emocionante, pero también supuso retos inesperados, como encontrar al equipo adecuado y ajustar nuestra producción a la demanda creciente.
Un momento crucial llegó en 2022, cuando, tras consolidar nuestra oferta, sumamos a Santiago Asuar y Borja de la Cierva al proyecto. Su experiencia fue clave para expandirnos con nuevas tiendas y un obrador central, manteniendo siempre nuestro compromiso con la artesanía.
Hoy seguimos aprendiendo de cada paso y cada cliente, convencidos de que, más allá del helado, ofrecemos una experiencia que conecta tradición, innovación y alegría en cada bocado.
¿Qué consejo le darías a otras mujeres emprendedoras?
A las mujeres que desean emprender les diría que no tengan miedo de apostar por sus ideas, incluso si parecen inusuales. Lo que hace que un proyecto sea especial es la pasión y la autenticidad que le imprimas. Es fundamental rodearte de personas que te inspiren y te complementen, ya que el equipo es clave para crecer y superar retos. Además, no te olvides de disfrutar el proceso, incluso en los momentos difíciles, porque emprender es una oportunidad de aprendizaje constante y una experiencia transformadora.
¿Cómo crees que tu proyecto afecta al tejido o la economía de tu comunidad? ¿y qué valor añadido aporta?
BIBÌ e BIBÒ genera un impacto positivo en la economía local a través de la creación de empleo y la colaboración con proveedores de materias primas cuidadosamente seleccionadas, muchos de ellos locales. Nuestro compromiso con la calidad y la innovación nos ha permitido desarrollar un modelo que no solo garantiza productos excepcionales, sino que también desafía las limitaciones tradicionales de la gestión de la cadena de frío.
Además, aportamos un valor añadido al ofrecer experiencias gastronómicas únicas, elevando el helado a una expresión artística. Más allá de lo comercial, nuestra misión es entregar «un trocito de sonrisa» a cada cliente que nos visita. Nos apasiona no solo sorprender con sabores, sino también construir una marca que transmita alegría y autenticidad.
En definitiva, BIBÌ e BIBÒ es un proyecto que combina tradición, innovación y un profundo respeto por el producto y las personas.